Vladimir “Zev” Zelenko y su tratamiento temprano contra la COVID-19

Hace poco fallecía Vladimir "Zev" Zelenko, un médico de familia estadounidense, conocido a lo largo de la actual pandemia por promover una combinación de 3 medicamentos (hidroxicloroquina, zinc y azitromicina) como parte de un tratamiento contra la COVID-19, sin eficacia demostrada.

Vladimir "Zev" Zelenko y su tratamiento temprano contra la COVID-19

El 30 de junio de 2022 fallecía Vladimir “Zev” Zelenko, un médico estadounidense que se hizo popular al comienzo de la pandemia actual de coronavirus, cuando empezó a promover una combinación de 3 medicamentos (hidroxicloroquina, zinc y azitromicina), como parte de un tratamiento médico contra la COVID-19.

Denominó este tratamiento con el nombre de “Protocolo Zelenko”. Y el 23 de marzo de 2020 publicó un vídeo dirigido a Donald Trump, anterior presidente de EEUU, en la que afirmaba haber tratado con éxito a cientos de pacientes con COVID-19 con un curso de 5 días de su protocolo.

Debido a ello, rápidamente su tratamiento ganó notoriedad, y lo promovieron algunas figuras públicas, como el propio Trump, Rudy Giuliani o Mark Meadows, por aquel entonces jefe de gabinete de la Casa Blanca. Todo ello a pesar de los mensajes de advertencia de los expertos en salud. En junio de 2020, luego de que la FDA retirara la EUA de la hidroxicloroquina para la COVID-19 por su falta de eficacia, Zelenko fue coautor de un estudio retrospectivo de 141 pacientes ambulatorios con COVID-19, a quienes recetó los 3 medicamentos.

El estudio de Zelenko comparó los resultados de los pacientes tratados con los de los pacientes no tratados en su comunidad de NUeva York, con tasas de hospitalización del 2,8% para los pacientes tratados, y del 15,4% para los no tratados. Con base a estos resultados, Zelenko dijo que su terapia combinada “resultó cinco veces menos hospitalizaciones y muertes”. Pero los estudios de mayor calidad desmintieron sus afirmaciones, encontrando que el zinc, la azitromicina y la hidroxicloroquina no mejoraron los resultados graves de la COVID.

Es más, distintas verificaciones encontraron que la investigación no se ajustaba al “estándar de oro” de la investigación científica. Por ejemplo, no se definió un grupo de control. Y el doctor basó su estudio en la recuperación de los registros médicos de 141 pacientes que, supuestamente, tomaron el tratamiento, para compararlos luego con los datos de registro de 377 pacientes a los que no se les administraron los medicamentos. Como alertaron muchos expertos, la selección de casos a incluir puede estar sesgada para confirmar el resultado deseado.

Además, al no ser un protocolo de estudio controlado, existen factores externos que pueden acabar influyendo de manera desigual en la evolución del estado de salud de los pacientes. Zelenko lo sabía, y así indicó estas reservas en su estudio.

Unos meses antes, en abril de 2020, Zelenko presentó en una conferencia de Zoom a un grupo de médicos. En ella alegó que la FDA había otorgado la aprobación a un ensayo clínico que estaba ayudando a organizar. Pero no era cierto: afirmó que pensaba que su estudio tenía la aprobación de la FDA porque había hablado con Stephen Hahn, comisionado de la FDA. Finalmente, ante la falta de eficacia real, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EEUU finalmente recomendaron no usar estos tres medicamentos para la COVID-19.

La comunidad Satmar Hasidic, en Kiryas Joel (NY), cuestionó las afirmaciones de Zelenko sobre la posible tasa de infección y la comunidad. En un vídeo, afirmó que el 90% de la comunidad de Kiryas Joel estaba infectada con COVID-19, algo que en realidad era falso, puesto que las medidas adoptadas, como el cierre de las sinagogas, escuelas y otros edificios, “dieron como resultado una tasa de salud del 90% de la comunidad”, como afirmaron en una carta abierta la comunidad Satmar Hasidic. Además, también indicaron: “creemos firmemente que las predicciones presentadas por el Dr. Zelenko han demostrado ser falsas y no están respaldadas por el establecimiento médico en general”. Debido a ello, Zelenko se vio obligado a cerrar su oficina, después de 20 años.

Y otros expertos, como el Dr. Jeff Paley, afirmó que Zelenko fue “irresponsable” por promover un tratamiento sin advertir que la combinación de HQ y azitromicina puede causar efectos secundarios graves cuando no se administra correctamente.

En diciembre de 2020, Twitter suspendía la cuenta de Zelenko por violar las reglas contra la “manipulación de plataformas y spam”. Una prohibición que fue criticada por el senador Ron Johnson y un grupo conservador sin fines de lucro.

Captura de pantalla del perfil suspendido de Twitter de Vladimir Zelenko
Captura de pantalla del perfil suspendido de Twitter de Vladimir Zelenko

En 2021, Zelenko empezó a vender Z-Stack, un suplemento dietético con zinc y varias vitaminas, sin respaldo científico de que sus ingredientes aumenten la inmunidad, acaben con el virus causante de la COVID-19 y eviten la hospitalización.

En enero de este año, Zelenko llegó a afirmar que los niños “tienen más probabilidades de morir por las vacunas contra la COVID-19” que por la propia enfermedad en sí, algo que es falso.

Como vemos, aunque Zelenko quiso ayudar a luchar contra la COVID-19 al principio de la pandemia apostando por su protocolo, promover un tratamiento sin pruebas clínicas es peligroso. Zelenko falleció el 30 de junio de 2022, a la edad de 48 años, luego de una larga batalla contra el cáncer.

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